La bretona que se convirtió al nacionalismo
Isabelle Kerdudo es activista por el gallego y candidata del BNG
Antes de nada, Isabelle Kerdudo, la bretona que integra las listas del BNG en Santiago, advierte: "Para mí es muy difícil escoger una sola cosa a la que dedicarme". Su vida y su currículum dan fe de sus palabras. Hoy profesora de francés en la Escola Oficial de Idiomas, es autora de una tesis sobre los carnavales de Laza para la Universidad de Rennes, cofundadora de la Asociación Galega Prolactación Materna Mámoa, miembro del equipo fundacional del Refuxio de Bando de Santiago y traductora al bretón de Canción de cuna para Rosalía de Castro morta, uno de los Seis poemas galegos de Federico García Lorca, en una obra colectiva dirigida por Xesús Alonso Montero en 1994.
Su presencia en la lista que encabeza Rubén Cela -al que conoce desde su militancia en Galiza Nova- es más bien simbólica, porque ocupa el puesto 20º y porque a Kerdudo, nacida en la comuna bretona de Lannion en 1969 y llegada a Santiago en 1989, le interesa más "la cultura de base y el asociacionismo que la entrada en las instituciones". Junto al resto de profesores de la Escola Oficial de Idiomas de Santiago, lleva años pidiendo a la Xunta un nuevo edificio que alivie la saturación que sufre el actual, un antiguo colegio de primaria ubicado en el barrio de Vite, en el norte de Compostela. "El Ayuntamiento disponía de una finca en el barrio de Conxo y firmó un convenio con el Gobierno bipartito para construirlo allí, pero desde que el PP entró en la Xunta el proyecto se paralizó porque nos dicen que no hay dinero para él", describe Kerdudo. La incorporación a la oferta de idiomas de español para extranjeros e italiano complica aún más la distribución de horarios y aulas, y la matrícula se incrementa cada curso porque entran en funcionamiento los niveles superiores de cada lengua. "La Xunta ha dejado de lado la educación pública mientras concede ayudas a la privada o gasta dinero en el cambio de libros por el decreto del gallego", acusa.
Kerdudo fue la responsable nacional de Pais e Nais polo Ensino en Galego, de A Mesa para a Normalización Lingüística y se afilió al BNG en 1993, poco después de llegar a Santiago para quedarse tras cuatro años impartiendo clase en las Écoles Diwan, una red de colegios asociativos, laicos y gratuitos, que a finales de los setenta planteó por primera vez la enseñanza en lengua bretona a través de la pedagogía de la inmersión: clases exclusivamente en la lengua propia hasta los seis años. Solo entonces se introducía el bilingüismo con el francés. "En Bretaña, a partir de los años cincuenta y en parte por el éxodo rural, se rompe la transmisión generacional del idioma. Yo no era consciente de que tenía dos lenguas. Entendía el bretón, pero nunca lo hablaba", recuerda Kerdudo. Las reticencias del Estado francés a reconocer como personal docente a los profesores de Diwan y a pagarles sus sueldos acabó convenciendo a Isabelle de buscar oportunidades en otro lugar. Ese lugar fue Galicia. En los primeros años, vivió a base de traducciones y clases particulares.
Filóloga de formación -es licenciada en Hispánicas y diplomada en Lenguas Célticas-, Kerdudo conoce Galicia desde 1989. "Me interesé por los estudiantes Erasmus de Santiago que venían a Rennes. Entonces era una novedad, pero compartíamos clases y decidí hacer un curso de gallego para extranjeros de la Universidade de Santiago". Hoy habla la lengua de Galicia con corrección, pero se sorprende cuando se lo hacen notar. "Llevo mucho tiempo aquí", responde. Cada año da clases de refuerzo en la EOI a los profesores de secundaria que deben impartir una materia en lengua extranjera. "Todavía no estamos preparados para introducir una tercera lengua. Que yo sepa, el inglés es un idioma extranjero. Me molesta que para acabar con el gallego nos hablen de plurilingüismo. Además, los que son realmente bilingües son los gallegohablantes", se queja.
Aparte de su labor docente, Kerdudo de siente orgullosa de la Asociación Galega Prolactación Materna, que en 2010 celebró una década asesorando a las madres que deciden dar el pecho a sus bebés. En 2000, año en el que nació su hija, no existía ningún colectivo similar en Galicia. "Lucho contra las multinacionales y el monopolio de la leche en polvo", sentencia.
Para Santiago, una ciudad que le gusta "porque en realidad es un pueblo", propone mejoras en el sistema de transporte urbano -"horarios regulares y mayor frecuencia", especifica"- y los aparcamientos disuasorios como modelo para aliviar la congestión del tráfico. "Pero bien comunicados con los buses urbanos", recalca. Alaba la recuperación como parque público de la Selva Negra y reconoce que repetir el Gobierno bipartito con el PSOE de Bugallo sería un buen resultado. "Conde Roa tiene mala imagen hasta entre sus votantes", dice del candidato popular.