
"El gastrónomo suizo Pascal Henry, que se esfumó el pasado 12 de junio en Catalunya mientras realizaba una ruta por los mejores restaurantes del mundo - después de haber consumado su etapa número 40 - , ha afirmado, en su primera entrevista concedida a un diario (LE MATIN), tras su misteriosa desaparición, que durante meses llevó una vida errática y con "ideas suicidas".AFP / EFE GINEBRA.
Para quien ha gozado (a sus anchas y por cuenta ajena) del confort y de la buena vida, el vulgar yantar cotidiano carece del menor interés y hasta constituye una ofensa al paladar cultivado en las exquisiteces.
¡Pobre Pascal Henry, en su melancolía!