domingo, 7 de diciembre de 2008

inCORRUPTOS.





Comentario por sotacavalo:

”Los corruptos se reconocen en cuanto se ven.”

Exacto. Es cierto. Y curioso. Uno se sorprende de cuánto tiempo se tarda en llegar a entenderlo.
Pareciera un milagro, y no lo es porque para ello le falta la condición básica del milagro: la de ser excepcional.

Por contar entre mis amigos con alguno de condición homosexual, hubo un tiempo en que sentía preocupación y pena hacia él, por creer que ello constituía una dificultad añadída, para procurarse pareja, a las que nos son comunes a todos. Para un heterosexual, pensaba yo, resulta fácil distinguir entre quienes encontrar su potencial pareja. Del sexo contrario, y producir un determinado nivel de atracción, basta.
Más tarde me explicaron que no era así. Un homosexual, varón me refiero, distingue, también fácilmente, a simple vista quienes comparten su misma opción sexual. Ellos, me dijeron, lo resumen con la frase: Ese entiende / ese no entiende. Y ellos lo entienden.

Con la corrupción debe pasar otro tanto. Lo que a algunos nos parece imposible de discernir entre corruptibles y no corruptibles, ellos lo resuelven al primer golpe de vista. Porque, también, ellos entienden.
Además disfrutan de una ventaja: se pagan entre sí con dinero ajeno. No les cuesta nada.
________

Comentario por sotacavalo:

Un amigo me acaba de decir al teléfono que el único incorrupto que existe es el brazo de Santa Teresa.
Y que no por otra razón, en los malos y postreros momentos, era al único que el finado quería agarrarse ansiosamente.
Es otra opinión, que, por supuesto, no comparto.
(N.B. Todos sabemos quien era el finado)